Las festividades de San Isidro Labrador, alrededor del 15 de mayo, invocan y celebran la llegada de las lluvias que fertilizan la tierra. La tradición en los poblados agrícolas de Venezuela tiene al menos 400 años, pues mezcla las ceremonias precolombinas alrededor de Ches (y otros dioses de las aguas y la naturaleza en la zona andina) y la devoción católica por San Isidro (Madrid, c. 1070 – ibídem, 15 de mayo de 1130) que trajo el evangelizador español en el siglo XVII.