Como el verano pasado publiqué varias piezas de bisutería diseñadas a partir de conchas de mar; ésta vez les toca el turno a las piedras que también suelo recolectar con mi hijo, conservando después las que me llaman la atención. Con un poco de habilidad y formas libres de ganchillo, podemos envolverlas y hacer unos bonitos colgantes. Para esta ocasión y manteniendo un halo de romanticismo, todo en veige. Está tejido con crochet nº 8 y ganchillo 1,5 mm. Aunque siempre os pongo los pasos…